Novak Djokovic conquistó su primer Wimbledon y el tercer Grand Slam de su carrera al doblegar en la final a Rafael Nadal en cuatro mangas. El serbio, nuevo número 1 del mundo, acumula 26 títulos en su haber, ocho sólo en esta temporada.
La Pista Central del All England Tennis Club volvió a ser el escenario del duelo entre las dos mejores raquetas del momento. Después de las victorias serbias en las finales de Indian Wells, Miami, Madrid y Roma, había ganas de ver a Rafa Nadal y Novak Djokovic con un título de Grand Slam en juego y el espectáculo no defraudó. El número 1 entrante (Djokovic) ganó al número 1 saliente (Nadal) por un marcador global de 6-4, 6-1, 1-6 y 6-3 tras dos horas y veinticoho minutos de juego, ampliando su bagaje en lo que llevamos de temporada hasta las 48 victorias y una sola derrota (semifinales de Roland Garros ante Roger Federer). La nueva rivalidad del tenis ya es un hecho. Nadal y Djokovic se han enfrentado en tres de los cuatro Grand Slam, en ocho de los nueve Masters 1.000, en la Copa Masters, la Copa Davis y los Juegos Olímpicos. El capítulo 28 de este cuento se leyó en Wimbledon.
Ambos jugadores saltaron al verde dispuestos a hacer valer su esquema de juego. Rafa apostaba por un partido lento, en el que su rival pensara cada punto. Novak prefería imprimir una velocidad de más al ritmo del encuentro. Los primeros juegos sirvieron para testarse, resolviendo con solvencia cada jugador su servicio. Así se llegó al momento 'caliente' del set, donde Rafa, con 5-4, 30-0 y saque, cometió dos errores no forzados consecutivos que acabarían con la condena de ceder el set. Djokovic, sin brillar, se ponía por delante en el luminoso. Jaleado por un box excesivamente expresivo ( su entrenador Marion Vadja, su preparador físico Milan Amanovic, su psicólogo Igor Cetojevic, su novia Jelena Ristic, sus padres y hermanos), Djokovic aprovechó la dinámica positiva para ampliar a cinco los juegos firmados a su favor de forma consecutiva. El segundo acto exhibió un tenis casi perfecto, sin apenas cometer errores, moviendo a su rival a su merced, haciendo correr la pelota muchísimo tanto con su derecha como con su revés, haciendo copio de una confianza increíble. No tardó el balcánico en apuntarse el segundo set, disfrazado de un pirata dispuesto a asaltar el barco de mán encundia que jamás se haya encontrado.
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Así vivimos el partido entre Rafa Nadal y Novak Djokovic
Nadal sólo había levantado en una ocasión dos sets en una final durante toda su carrera (Madrid 2005 ante Ivan Ljubicic), pero nos ha enseñado a soñar con remontadas imposibles. El balear, herido en su orgullo, comenzó a pegar más fuerte a la pelota, pasando de dominador a dominante, subiéndose al tren del partido aprovechando los errores de un rival al que parecían entrarle las dudas. Con gesto fruncido y sabedor de la calidad de Rafa, Djokovic se encontró por primera vez contra las cuerdas tras ceder el tercer set. Pudo ser peor para el serbio si Nadal hubiera aprovechado la bola de break que tuvo en el comienzo del cuarto acto. Fue entonces cuando Nole volvió a apelar a un gran servicio. Subió a la red, jugó paralelos mortales y volvió a 'enchufarse' al partido. En un último arranque de valentía, Nadal logró recuperar la desventaja adquirida, pero fueron de nuevo sus errores los que devolvieron a 'Djoker' la oportunidad de abrochar el partido y por ende el título. No falló el serbio en esta ocasión, haciendo acopio de una versión mejorada de sí mismo.
Mientras en La Catedral resonaban los aplasusos para glorificar al nuevo campeón de Wimbledon, Djokovic comenzaba su 'show' más emotivo: reflexión de cuclillas, celebración tumbado sobre el verde, mano en el pecho, saludo a su palco, palabras de elogio a Nadal y besos a una Copa que saborea por primera vez en su carrera. ¡Qué mejor forma para celebrar su nueva condición de número 1! Es el primer Grand Slam que el serbio gana fuera de las fronteras australianas (ganó en Melbourne en 2008 y 2010), pero seguro que no será el último. Rafa se despide de Londres con la sensación amarga de haberlo tenido cerca, muy cerca, pero hoy se topó con un gran tenista que mereció el premio alcanzado. Son dos números 1, la nueva rivalidad de este deporte...
[MARCA.COM]
No hay quien paré a Djokovic.
